lunes, 19 de febrero de 2018

LA VIDA PUEDE PONERTE OBSTÁCULOS PERO LOS LÍMITES TE LOS PONES VOS

La Media Maratón al Paraíso siempre me marca obstáculos a ser superados. Ésta no fue la excepción. Pero llegué hasta allí, al Parque Nacional LosAlerces. Las 3 veces que la corrí pasaron cosas que tuve que superar…. Quizás alguna vez cuente ciertas cosas que pasaron pero ahora no. La cosa es que ésta carrera siempre está en mi calendario personal. Y con todos los obstáculos que tuve para poder entrenar, viaje a San Juan en el medio, tiempo sin guía, decisiones equivocadas, en la última semana y media pude entrenar bien para ésta carrera. Inscripción hecha, tema a solucionar el traslado a la carrera casi resuelto, sólo faltaban 3 días…. Y mi guía con quien la iba a correr, me manda un mensaje diciendome que no va a poder ir…. Yo quedé en pausa, impotente… Con la lágrima por caer… Ya no había tiempo de nada…. Me pasa por no tener opciones, por no haber tomado otras decisiones…. Y quise no ir. No correrla incluso no correr más. Basta de depender de otros, de pedir y pedir ayuda… si podría hacerlo sola lo haría sin dudar… claro, si no hubiese perdido la vista…. Pero Nes insistió en que pida ayuda… Y apareció Martín y su publicación tan replicada, y mi pedido de ayuda tan compartido… y en un par de horas ya había aparecido Nico González, totalmente convencido que iba a acompañarme y con una valentía excepcional me llamó, vino a verme, salimos a hacer un trote el jueves, y quedamos para ir el sábado a la carrera…. Y fuimos! Nico es corredor de montaña y se dispuso a correr en ruta. Sus primeros 21 k. Guiando por primera vez…. Tenía todo para decir que no, pero dijo que sí. Con 23 años de edad y sólo 6 meses de corredor lo hizo como unexperto. Cuidadoso, amable y a conciencia. Y tuvimos nuestros “pequeños inconvenientes”….mochilita de hidratación desarmada, ampollas en los pies, y hasta unaacción mía de esas típicas… jaja donde me olvido que no veo…. Y cuando Nico bajó a la banquina se dobló el tobillo y paró un segundo aacomodarse la zapatilla, yo solté la soguita y no sé que quise hacer y tropecé con el borde del asfalto y quedé aterrizada de rodillas en el piso raspón por el cual brotó algo de sangre que un asistente de la carrera no dejaba de querer curarme y lavarme en cada km. … y nos hacía parar! Jajajaja POR DIOS!!! Gracias pero estoy bien!!!! Jajajaja Con todas las paradas, por la caída, las lavadas, la mochila, la ampolla, la media….. jajaja con tooodo eso, hicimos 1 hora 47 min.Corrimos súper bien!!!! Yo lo único que quería era que Nico la pase bien, que no se sienta presionado ni mal por mi desconcentración que me dejó de rodillas… Porque yo estaba feliz y bien. Y creo que cuando menombraron primera en mi categoría, supimos que no sólo habíamos superado los obstáculos sino que lo habíamos hecho excelentemente bien. Podio, premios para los dos, entrevista para la televisión y entre los dolores de pies, rodilla, piernas y casi todo, nos fuimos felices del Paraíso. Es una carrera hermosísima de un recorrido perfecto, subidas, bajadas, paisajes, paz…. Gracias otra vez Nico por llevarme por allí corriendo con el corazón!!!! Ahora a reacomodar la estantería y ver cómo sigo…. El fantasma de dejar de hacer lo que no depende sólo de mí no había aparecido en más de dos años…. Y volvió fuerte, pero abatido por la buena voluntad de muchas personas que sería largo enumerar. Quiere asomarse el muy maloso y lo apabullan… Golpeado hasta por mi papá quien muy astutamente me hizo una video llamada para ver mi cara… y me pidió que nunca pierda mis ganas. Yvoy a hacer caso y repetir una frase que siento propia y por eso está en mi whatsapp: “La vida puede ponerte obstáculos, pero los límites te los ponés vos”…. La vida me pone muchos y muchos obstáculos pero todavía no me puse los límites…. Y hasta capáz nunca me los ponga.

domingo, 28 de enero de 2018

VUELTA A SAN JUAN. SOMOS CAPACES!

Por la invitación de la Secretaría de Estado de Deportes de San Juan me llega la invitación a participar de la primera “Vuelta Inclusiva”. Evento de ciclismo adaptado dentro de la más grande competencia ciclística de la Argentina a nivel mundial. Gracias a Kremen que sugirió mi nombre para participar…. Desde el principio hicieron todo lo posible para que yo vaya. Tenía que ser con una guía mujer, yo no tengo tándem, y venía medio complicado para mí poder ir. Pero se logró. Apareció Valeria desde San Martín de los Andes, consiguieron la tándem y me dieron todas las posibilidades para ir. Todo incluído, hotel, pasajes, estadía y una atención increíble. Y allá fuimos. Con la “Elite” del ciclismo. Lo más hermoso fue encontrar gente tan increíble. Cada uno con su historia personal, de resiliencia, de superación…. Con esa fortaleza contagiosa y el fin de que se sepa, que se puede salir adelante de todo, para que quienes aún no lo saben, y creen que ante la discapacidad se termina la vida, sientan que si otro pudo ellos también podrán. Y allí, personas con discapacidad motríz, que pedalean con las manos, personas ciegas y disminuídas visuales con sus guías, atletas paralímpicos, amateurs…. Bicicletas de alta gama y de las otras…. Lo importante era participar y compartir la fiesta. Y así fue. Todo al servicio de nosotros…. Para que sea como fue, Inolvidable. Charla técnica, entrega de kits y ropa deportiva y listos. Una organización impecable. Llegamos todos al parque cerrado y probamos con Vale la tándem que nos consiguieron, de mountain bike, pasaban las hand bikes, tándems increíbles, todos probando sus “máquinas” y nosotras también, por primera vez pedaleando juntas, coordinando, poniéndonos de acuerdo en indicaciones pero sobre todo disfrutando. Y llegó la vuelta de comienzo del evento, donde los 106 ciclistas con discapacidad todos juntos hicimos el recorrido de 1 km. Dentro de un parque bellísimo lleno de árboles y gente alentando. Conteo y largada, música de AC DEC a full, papelitos lanzados por el aire y una emoción incontrolable que me llenó los ojos de lágrimas. Todos juntos, superando todo, allí, cada uno con su esfuerzo, su historia, su pasado y su futuro…. Juntas todas las discapacidades y las capacidades. Circuito trabado para bici por la gran cantidad de curvas y contracurvas. Y llegaron las carreras (que no eran competitivas sino participativas), primero triciclos y Hand bikes, luego individuales y tándem. Nuestra carrera era de 20 vueltas al circuito con la particularidad de que cuando el primero llegara se terminaba la competencia. Con lo que nosotras llegamos a 18 vueltas y eso fue excelente. Yo puse todo mi corazón y pedaleé con fuerza, Vale diriguió el tándem con cuidado y experiencia y en cada vuelta fuimos mejorando. El aliento de las personas, los locutores, los demás ciclistas… la alegría de todos y las ganas hicieron que valga más la camaradería que la competencia. Y terminamos felices!. Luego todos al podio, las grandes medallas, los aplausos, y hasta fuegos artificiales para un festejo donde no faltó el Gobernador de San Juan, los ciclistas de la competencia convencional, los Directores de Deporte y Autoridades varias y hasta la Reina de la Fiesta del Sol. Por la noche cena de agasajo con show y reconocimientos…. Todo impecable. Me traje de vuelta montones de cosas, especialmente en el corazón. Compartir esos días con un amigo tan querido como Martín Kremenchuzky, con Valeria quien nos guió en todo y con su dulzura y amabilidad hizo todo tan fácil, conocer personas tan lindas como Ernesto, Hugo, Joaquín, Sergio y tantos otros. Escuchar sus historias, contagiarme de sus fuerzas y sus ganas, aprender sobre la belleza y el valor de la vida…. Estoy acostumbrada a compartir con corredores con discapacidad visual, todos ejemplos para mí. Y ahora aprendí sobre las demás discapacidades, las motrices especialmente. Yo casi no veo, y por eso a veces me pierdo de conocer gente porque ni siquiera sé si los tengo al lado… Allí los ciegos y disminuídos visuales con sus guías y los chicos en silla éramos todos una masa de gente con una energía que traspasaba todo. Alguien dijo: “Estar parado ante la vida sentado en una silla de ruedas o con bastones”…. Y era eso, todos parados felices ante la vida, viendo sentados, sin ver y de pie, y sin miedo a enfrentarla. Pedaleando con las manos, con los pies guiados, todos con fuerza y corazón. Eso fue para mí la “Vuelta a San Juan”, la primera vez que en una carrera de tal nivel internacional se incluye el ciclismo adaptado y seguro será imitado por las demás carreras. San Juan un ejemplo a seguir en el mundo. Cada uno de los ciclistas un ejemplo en la vida. Y yo, allí, entre todos ellos. Me quedan las ganas de conseguir una tándem (la que tenía ya no existe) y entrenar para el año que biene, que será sí, competitiva. Y sumarle a mi pasión por el running, éste nuevo amor por el ciclismo. Definitivamente el deporte nos salva, nos muestra nuestras capacidades, y la discapacidad fue el vehículo que nos llevó a saber esto. SOMOS CAPACES.

domingo, 7 de enero de 2018

MUCHA AGUA BAJO EL PUENTE.

Pasó mucho tiempo en que no escribí nada en el blog…. Y pasaron muchísimas cosas, mucha agua bajo el puente. Releyendo publicaciones antiguas recuerdo con nostalgia esos sentimientos…. Tuve grandes decepciones, golpes emocionales por haber creído y querido a gente que hizo cosas muy malas luego. Mi familia y mi interior es lo que jamás cambia. Y los verdaderos amigos, claro, esos que no fallan. Tengo 46 años y pienso que mi vida es larga, muy larga…. Hoy, 2018, ya casi no veo, intento seguir corriendo a pesar de las dificultades por tener que depender de otras personas, de otras voluntades. Me cuestan muchísimo muchas cosas por no ver. Y siento que éste año vendrán cambios otra vez. Intentamos ser independientes pero hoy siento que es una cortina de humo. Siempre terminamos teniendo que depender de alguien, y esa es nuestra limitación, las ganas de otro o sus posibilidades de ayudarnos a ser quienes somos. Y quienes fuimos absolutamente independientes en la vida cuando veíamos sentimos como una enorme piedra atravesada a esa limitación. Y causa impotencia que trabajamos interiormente para superarla y hacer lo mejor posible. Hay veces que nos sentimos agradecidos y otras tristes, tenemos “esos días”…. Y es una lucha durísima contra las ganas de no hacer más nada. Cuando nos subimos al bote y remamos, por más cansados que estemos ya no podemos dejar de remar. Yo diría que hoy remo un poco más lento, hasta recuperar fuerzas y confianza. Pero revisando mi propia historia escrita por acá, por insistencia de un gran amigo, que creyó que con mis narraciones podía ayudar a otros, pienso que aunque borraría publicaciones donde elogio gente que luego me apuñaló por la espalda, no las voy a borrar. Aquello fue en aquellos años, y también sirve para aprender. Y seguramente seguiré aprendiendo…. El agua seguirá corriendo y yo seguiré sobre el puente escuchándola correr.

SOY MARATONISTA.

La distancia madre, la MARATÓN, los 42.195 mts. Es una decisión que se piensa y que se toma un día y por lo que se trabaja muchísimo, entrenando, superando obstáculos, lesiones, alimentándose a conciencia por meses, cuidándose hasta del más mínimo tropezón…. Porque recibirse de MARATONISTA es el sueño de cualquier corredor. Cosa que me parecía imposible en algún momento, pero que se logró gracias al apoyo de nuestro entrenadorQuique, del gym Impulso, de los profes, de la familia y de Eliseo, éste loco guía, capáz de poner el cuerpo y elalma a pesar de todo y hacer éste sueño realidad juntos. Hay quienes dicen que correr en calle es muy aburrido, que los 42 de Bs. As. Son pesados, etc…. Pero yo les aseguro que no es así. Es una carrera hermosísima, entretenida, donde se vive algo único, donde el aliento viene en distintos idiomas, de los corredores o de los alentadores, esa gente desconocida que alienta desde afuera como si fuésemos todos de sus familias, fundamentales para seguir…. Donde cada algunos km. hay shows musicales en esenarios con bailarines y bandas, tango, folklore, música brasileña, en inglés, cumbia, murgas, y hasta el mismísimo Arjona cantando en uno de esos esenarios… Más de 10.000 maratonistas cada uno con su sueño, su desafío, su motivo de estar ahí. Los keniatas, etíopes, japoneses, brasileños, de toda Latinoamérica, europeos, y de cada punto de nuestra Argentina. Elites y amateurs. Todos con el corazón a mil. Y los amigos, corredores que no ven y sus guías, todos tan queridos…. Y a las 7 de la mañana del domingo 15 de octubre, Día de la Madre, Día del Bastón Blanco, largamos a correr por la hermosa Capital Federal. Los puntos emblemáticos, Obelisco, Cabildo, Cancha de Boca, Teatro Colón, Costanera, Puerto Madero, Cancha de River, etc. Una mañana soleada y muy brillante, y en el corazón miles de cosas, mis hijas, mis padres, Nes, mi tío, , a quienes sentía alentándome desde donde estén. Y puedo decir que corrí feliz, entera, firme y fuerte los primeros 30 km. De a ratos prestaba atención al silencio de los corredores concentrados y se escuchaba el contínuo trote, los pasos de los miles a ritmo, y de a ratos la música de las bandas que invitaba hasta a mover las caderas y levantar el brazo donde no estaba agarrada de la soguita con Eliseo (hasta una murga coreó mi nombre porque lo leyeron en mi remera, y con tambores y todo los escuché mientras me alejaba). Qué linda sensación esa de correr tan feliz, sin dolores, sin molestias…. Y al km. 33 algo hizo “clic” y de repente las piernas tiraron alarma de cansancio. Km. 35 y las molestias por todas partes encendían más alarmas. Y de ahí en más, km. A km. Cada uno de los 7 que faltaban eran eternos. Intentando no decaer tanto, bajando el ritmo pero sin parar seguimos y seguimos. Corredores exhaustos, en los costados, intentando seguir casi sin poder…. Y nosotros avanzábamos a pesar del dolor, de los pensamientos, de todo. Km. 40 y a subir a un puente que podía llevarse las últimas energías, bajada y último km. Ese último km. Que se convirtió en casi 2 km. Más, donde el arco no aparecía nunca…. Y tal como dicen, 40 km. Con las piernas, 2 km. Con el corazón, y 195 mts. Con lágrimas en los ojos. Escuché la voz de mis amigos en la meta, Y el arco a las 3 hs. 39 min. De haber largado. El abrazo más fuerte y emocionado que jamás había dado, nos dimos con Eliseo, porque entrenamos meses, sobrellevamos dudas, penas, incluso en la carrera, sobrellevamos todo y lo logramos. Nos convertimos en MARATONISTAS. Y luego el abrazo de los amigos que fueron llegando, y todo hizo que el dolor de piernas más grande que tuve jamás pase con alegría. Cansancio, hambre, mareo…. Todo pasó con felicidad. Y ahora, cuando las piernas ya no duelen, siento esa sensibilidad que me pone a punto de la lágrima cuando revivo lo que pasó. 2017 es un año de sueños hechos realidad, de increíbles sueños cumplidos. Y la Maratón Internacional de Bs. As. Fue la experiencia más increíblemente hermosa y fuerte que viví como deportista, y con lágrimas y sonrrisas puedo afirmar: SOY MARATONISTA.

A MI BASTÓN VERDE, CON AMOR.

Querido Sable láser verde, de quien renegué tanto tiempo, a quien escondí en un cajón, luego pasaste a la mochila y un día finalmente viste la luz, cuando ya no podía evitar caminar sin caer de los cordones, sin tropezar con todo…. Me esperaste años escondido, oculto porque me daba vergüenza que me vean con vos, por negación, por miedo…. No sé… por débil. Pero dobladito e impecable esperaste. Y ese día en que decidí que me acompañes confieso que quería esconderte…. Te llevé queriendo que la tierra me trague, hasta que me dí cuenta que en la esquina no caí del cordón de la vereda, y hasta un auto paró para que pase con vos…. Y entonces sonreí por dentro, y te agarré más fuerte. Con el correr de los días nos hicimos más amigos, y junto a vos la gente era más amable conmigo, me ofrecían ayuda, me daban las cosas en la mano, aunque también están aquellos que al verme con vos piensan que los puedo contagiar y me esquivan o no me hablan… pero bueno, ya van a entender, teneles paciencia… Ya van más de 6 años que somos amigos inseparables, que sos parte de mi vida, mis ojos…. Que haces que tenga independencia y hasta mi familia se siente más segura que yo te tenga. Antes de ser amiga tuya conocía historias de personas que se negaban como yo y luego junto a sus bastones se sentían más libres, y eso me inspiró, debo confesarlo, me convencieron ellos también. Hoy, amiguito verde y flaco, estás descascarado, torcido de haberme salvado de chocar con caños, piedras grandes y todo tipo de obstáculos. Golpeaste autos mal estacionados, tocaste perros dormidos, pozos, charcos, nieve, cenizas, flores…. Y jamás jamás me fallaste. Llegó un nuevo compañero, pintado de verde, impecable, con gran valor sentimental ya que fue de mi tío, pero a vos, “Sable láser verde”, que fuiste mi lado de la Fuerza, no te abandonaré. Y hoy, querido amigo, en tu día, te quiero agradecer, por más que seas de caño, con elástico, vos tenés alma para mí. Y yo te quiero pedir perdón por haberte negado, y expresarte mi eterno cariño y gratitud. Verde, aunque ya casi tendría que pintarte de blanco, te quiero, VERDE.

sábado, 6 de enero de 2018

BALLENAS VERDADERAS

Correr en la playa, cerca de las ballenas, como lo hacía hace años, era un sueño de esos que quería cumplir. Los años que viví en Madryn, ccorrer era mi salvación a los problemas, y literalmente me salvó la vida. No necesitaba guía en aquella época si bien ya la Retinosis se presentaba cada vez más fuerte. Y corrí hasta el último día que estuve allí, por la playa, pisando la arena húmeda, escuchando el mar y viendo su color azul celeste y su horizonte tan infinito donde se van las ballenas en verano. En los meses que ellas estaban, corría prestando atención para verlas y escucharlas…. No hay mayor placer para el alma. Me fui, tuve que irme…. Y elegí la montaña…. Pero mi alma es marina. Pasaron tántas cosas, y después de 15 años volví a correr allí. Ahora con guía, claro, la Retinosis ya no me deja correr sola, ni ver las ballenas. El año pasado iba a ir a correr pero una lesión no me dejó, y por fin, éste año se hizo realidad. “Aventura Franca Austral” era el motivo, la excusa, la vuelta. Madryn nos recibió con un amanecer hermoso, brillante, naranja iluminando todo desde el horizonte del Atlántico. Bello, bellísimo Madryn que me regala momentos maravillosos y de los otros…. Y llegó el día, la carrera al lado de las ballenas… Sol fantástico, cielo limpio y viento… muchísimo viento. Iban a ser 21 k y en más de 1 mes sólo habíamos corrido 3 veces, aunque gracias a Impulso gimnasio no me quedé sin entrenar nada…. Y por suerte, hubiera sido imposible terrminar esa carrera de otra manera. Largada desde Playa Canteras, en el canto rodado donde los pies se hunden…. Cuenta regresiva en silencio respetando la zona restringida y salimos. Quedé sin aire a los 500 mts. Luchando entre intentar corrrer por las piedritas y contra el viento. Senderos entre la típica estepa patagónica, playas maravillosas de El Doradillo, sonido de gaviotas, arena húmeda, seca, colchones de algas donde me hundía hasta las rodillas, piedras enormes resbaladizas por donde subir, más playas silenciosas de arena con ese mar calmo de suave oleaje, camino de ripio y ese viento típico… tanto viento, tantísimo viento. Le pedí a Eliseo que no me presione, que no iba a ganarle a nadie, sólo a disfrutar, y teniendo en cuenta el escaso entrenamiento iba a ser glorioso si terminaba esa carrera sin caminar. Y así fue, no paramos nunca, ni aunque el viento nos empujaba con todas sus fuerzas, no paramos. Bueno,( en realidad paramos cuando se me salió una zapatilla cuando salté una canaleta y al caer el desnivel me la sacó de un tirón, y tras ponermela y ajustarmela bien seguimos)… Km. 17 y ya estaba agotada…. Faltaba más playa de arena y los últimos 500 mts. De canto rodado. Y cuando por fin llegamos a estar cerca, el esfuerzo era tan grande que ya no había casi fuerzas, ni aire, sólo corazzón. Y llegamos…. Y saben qué?, las ballenas estaban allí, a poquitos metros de nosotros, bien cerquita de la costa, como intentando que yo pueda verlas una vez más… y saben otra cosa?, en ese mar azul, creo que distinguí su enorme figura oscura…. Y eso sí, las escuché muy bien. Ellas, tan frágiles y grandes, tan sensibles y puras, tan libres y verdaderas… transmiten ese sentimiento que traspasa todo y llena elcorazón, y emociona... En medio de ese paisaje infinito de playas y acantilados, de bahías limpias…. El resultado no estuvo tan mal, 5ta en la general de mujeres con 1 hora 58 min. Pero eso es lo que menos importa. Y me traje todo el aire de mar que pude en los pulmones, y todo el azul que pude pescar en las 2 o 3 células vivas de mi retina, y en los oídos el viento soplando y las gaviotas…. Y como siempre, como antes, por siempre, las ballenas en mi corazón.

BLANCO ABSOLUTO.

Con éstto de la nieve, tan bonita para los niños y para sacar fotos, también llegaron complicaciones, obvio, y sin pensarlo viví una experiencia nueva, algo difícil pero que me enseñó muchas cosas. No sólo no se va la nieve sino que se endurece con el frío y la helada. Y tuve que salir sola y caminar unas cuantas cuadras…. Claro, no tuve en cuenta lo distinto que iba a ser todo. Todas las adaptaciones que usualmente pongo en práctica no sirvieron. Para arrancar, lo poco que puedo usar del minimísimo resto visual desapareció en la blancura que reflejaba el sol y me cegaba totalmente. Así que ciega nomás. El tacto que uso con los pies, desapareció en la nieve, todo igualito, derecha, izquierda, nieve. Nada de seguir asfalto y tierra. Los cordones, camuflados en montículos de hielo. Así que a buscar estrategias nuevas en el momento. Seguir lo que sentía más pisado, vajo, por donde seguro caminaron otros. Me acordaba de un amigo de Ushuaia que contaba cómo se hunde el bastón y se clava y cuando uno lo quiere sacar de la nieve se estira el elástico y plaf, se desarma …. Pero algo muy bueno pasó. Hubo varios momentos donde me quedé parada pensando, y cada vez, alguien me ofreció ayuda. Una señora que se cruzó para ablarme, unos muchachos que se acercaron y me evitaron meterme en una lagunita, un señor que me gritó desde un auto que podía cruzar y con todo eso, mi oído que me ubicó cuando estaba errando el camino, con la mente funcionando a mil y la concentración más absoluta fui y volví a donde tenía que ir. Al gimnasio… donde por la nieve que cubrían todas las entradas parquizadas y las hacía igualitas al tacto de los pies, le erré y casi me meto a otro lado jajaja pero me vieron pasar y salieron a buscarme. La cosa es que luego volví a la choco y cuando llegué, habiendo cumplido mi deber, sana y salva (aunque tardé muchísimo en llegar), me sentí entre alegre, aliviada, contenta por haberlo logrado, por lagente buena, por haber aprendido cosas nuevas y por a pesar de la tensión, darme cuenta que si bien es muy MUY (extremadamente) difícil, sí se puede. Pero qué linda la nieve, para las fotitos….