domingo, 7 de enero de 2018

SOY MARATONISTA.

La distancia madre, la MARATÓN, los 42.195 mts. Es una decisión que se piensa y que se toma un día y por lo que se trabaja muchísimo, entrenando, superando obstáculos, lesiones, alimentándose a conciencia por meses, cuidándose hasta del más mínimo tropezón…. Porque recibirse de MARATONISTA es el sueño de cualquier corredor. Cosa que me parecía imposible en algún momento, pero que se logró gracias al apoyo de nuestro entrenadorQuique, del gym Impulso, de los profes, de la familia y de Eliseo, éste loco guía, capáz de poner el cuerpo y elalma a pesar de todo y hacer éste sueño realidad juntos. Hay quienes dicen que correr en calle es muy aburrido, que los 42 de Bs. As. Son pesados, etc…. Pero yo les aseguro que no es así. Es una carrera hermosísima, entretenida, donde se vive algo único, donde el aliento viene en distintos idiomas, de los corredores o de los alentadores, esa gente desconocida que alienta desde afuera como si fuésemos todos de sus familias, fundamentales para seguir…. Donde cada algunos km. hay shows musicales en esenarios con bailarines y bandas, tango, folklore, música brasileña, en inglés, cumbia, murgas, y hasta el mismísimo Arjona cantando en uno de esos esenarios… Más de 10.000 maratonistas cada uno con su sueño, su desafío, su motivo de estar ahí. Los keniatas, etíopes, japoneses, brasileños, de toda Latinoamérica, europeos, y de cada punto de nuestra Argentina. Elites y amateurs. Todos con el corazón a mil. Y los amigos, corredores que no ven y sus guías, todos tan queridos…. Y a las 7 de la mañana del domingo 15 de octubre, Día de la Madre, Día del Bastón Blanco, largamos a correr por la hermosa Capital Federal. Los puntos emblemáticos, Obelisco, Cabildo, Cancha de Boca, Teatro Colón, Costanera, Puerto Madero, Cancha de River, etc. Una mañana soleada y muy brillante, y en el corazón miles de cosas, mis hijas, mis padres, Nes, mi tío, , a quienes sentía alentándome desde donde estén. Y puedo decir que corrí feliz, entera, firme y fuerte los primeros 30 km. De a ratos prestaba atención al silencio de los corredores concentrados y se escuchaba el contínuo trote, los pasos de los miles a ritmo, y de a ratos la música de las bandas que invitaba hasta a mover las caderas y levantar el brazo donde no estaba agarrada de la soguita con Eliseo (hasta una murga coreó mi nombre porque lo leyeron en mi remera, y con tambores y todo los escuché mientras me alejaba). Qué linda sensación esa de correr tan feliz, sin dolores, sin molestias…. Y al km. 33 algo hizo “clic” y de repente las piernas tiraron alarma de cansancio. Km. 35 y las molestias por todas partes encendían más alarmas. Y de ahí en más, km. A km. Cada uno de los 7 que faltaban eran eternos. Intentando no decaer tanto, bajando el ritmo pero sin parar seguimos y seguimos. Corredores exhaustos, en los costados, intentando seguir casi sin poder…. Y nosotros avanzábamos a pesar del dolor, de los pensamientos, de todo. Km. 40 y a subir a un puente que podía llevarse las últimas energías, bajada y último km. Ese último km. Que se convirtió en casi 2 km. Más, donde el arco no aparecía nunca…. Y tal como dicen, 40 km. Con las piernas, 2 km. Con el corazón, y 195 mts. Con lágrimas en los ojos. Escuché la voz de mis amigos en la meta, Y el arco a las 3 hs. 39 min. De haber largado. El abrazo más fuerte y emocionado que jamás había dado, nos dimos con Eliseo, porque entrenamos meses, sobrellevamos dudas, penas, incluso en la carrera, sobrellevamos todo y lo logramos. Nos convertimos en MARATONISTAS. Y luego el abrazo de los amigos que fueron llegando, y todo hizo que el dolor de piernas más grande que tuve jamás pase con alegría. Cansancio, hambre, mareo…. Todo pasó con felicidad. Y ahora, cuando las piernas ya no duelen, siento esa sensibilidad que me pone a punto de la lágrima cuando revivo lo que pasó. 2017 es un año de sueños hechos realidad, de increíbles sueños cumplidos. Y la Maratón Internacional de Bs. As. Fue la experiencia más increíblemente hermosa y fuerte que viví como deportista, y con lágrimas y sonrrisas puedo afirmar: SOY MARATONISTA.

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