sábado, 19 de octubre de 2013

Ser mamá con baja visión.

Yo no quería tener hijos…. Primero porque no quería que nada condicione mi espíritu libre, y cuando “maduré”, llegó la “niebla” que se instaló definitivamente en mis ojos, y por más que había encontrado mi amor, un hombre maravilloso con quién me casé, no me sentía capacitada para cuidar a nadie, a penas me sostenía, y más o menos, a mí misma.
Cómo podría alguien como yo, tan llena de inseguridades por mi poca vista, hacerme cargo de un bebe?, cómo podría cuidar que no se lastime o corra peligros?, cómo podría limpiarlo correctamente al cambiarle los pañales? Qué clase de madre podría ser si no podía leerle un cuento, ayudarlo con las tareass de la escuela, acompañarlo en todo…etc, etc?, no sería yo una carga para mis hijos?... Nunca sería una mamá completa….
Mi mamá es una mujer que hace todo, y bien. Durante toda la vida pudimos acudir a ella para que nos cosa la ropa, nos corte el pelo, nos cocine las cosas más ricas, nos acompañe y siempre estuvo para todos y en todo… pero yo, no era capáz de hacer nada de eso….
Pero el amor por mi esposo y saber de su inmensa capacidad y voluntad me llevó a intentarlo…. Y quedé embarazada. Tener una personita dentro fue lo más increíble que había vivido, maravilloso… y un día de reyes magos nació, por cesárea, obviamente, para no arriesgar las retinas. Y cuando tuve en mis brazos esa pequeñita indefensa, volví a estar aterrada…. Los primeros meses no podía accionar, mi esposo cubría casi todos los trabajos que lleva tener una bebe, y yo le daba de mamar. Hasta que un día me dí cuenta que esa chiquitita me miraba tan fijamente, que sus ojos negros y enormes me buscaban. Ella, en su pequeñéz, me ayudaba en cada cosa, y aprendía tan velozmente, que antes de los 2 años, ya me indicaba cua´ndo cruzar la calle, o dónde estaba lo que buscaba… Y todo me lo hacía tocar, hasta los dibujos o imágenes de los libros que miraba, como si yo viera con los dedos…. Me decía: "Mirá…",  mientras pasaba mi mano por las hojas...y ella me mostró que me amaba más que a nadie, que yo era su MAMÁ, sin importar si veía o no, porque fuimos encontrando las respuestas para todo, el modo de adaptar cada cosa, de a poco cubrí cada necesidad de ella, encontré capacidades que ni me imaginaba que podía tener en mi interior. Conseguimos libros con historias conocidas para mi para que ella pueda ver las imágenes y yo contarle la historia según la sabía, hasta que directamente inventé mis propias historias, que se convirtieron en las más pedidas por ella… Y un día pensé que mi niña merecía tener una hermanita o hermanito, y otra vedz junté coraje y lo enfrenté… Ahora más segura, sabiendo que mi esposo y mi hija me harían las cosas muy fáciles, y llegó la chicquitita, con quien ya no sentía ninguna inseguridad, y la disfruté por completo desde el principio.
Mis hijas son la luz de mi vida, con ellas no hay imposibles, no hay limitaciones… Ellas me aman tal como soy, yvaloran cada cosa, disfrutan conmigo y me acompañan en cada desafío, porque amedida que crecen, vamos sorteando los obstáculos juntas.
Yo les coso  la ropa que se rompe, les corto el pelo… (no quedará de peluquería, pero no está tan mal….), las acompaño en todo, y les cocino… (ellas se conforman con lo que les hago… que no será de chef… pero comen).
Soy incondicional con ellas, como lo es mi mamá conmigo, y como también lo son mis hijas.
Los paisajes con mis niñas son maravillosos, llenos de color, aroma, sonidos y belleza,porque todo se disfruta y lo que no puedo ver, ellas me lo describen.  Juntas subimos montañas, caminamos por cualquier camino,llegamos a cualquier lado….
Cuando se despiertan en un mal sueño y me llaman:”mamáa…”, cuando llegan contentas y me abrazan, cuando sufren poralgún mal compañero de la escuela y buscan consuelo en mis brazos, cuando se duermen en mi falda…(aunque ya me sobra nena por todas partes… y me cuesta sostenerlas), cuando me emocionan  con sus palabras o actos o me hacen reir hasta que me duela la panza… en cada momento, no hace falta ver con los ojos, sólo es puro sentimiento… y cuando hay sol, y les distingo sushermosas caritas, sigo mirándolas atentamente para jamás olvidarlas, por las dudas… peroaunque la niebla en mis ojos se hiciese oscuridad, siempre ser mamá de mis hijas me llenará de luz.
Claro que se puede ser una mamá completa… no hace falta ver, sólo amar.

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