sábado, 6 de enero de 2018

LOS 21 DE TRAFUL

Allá fuimos, a correr mis primeros 21 k en montaña….Camino a Traful nos agarró una nevada bien intensa, de esas que dejan los pinos adornados como en las películas de navidad y el paisaje todo blanco. Un frío tremendo! Con un cielo amenazante y el frío que te adormecía la cara, luego de inscribirme, presentarnos y un reconocimiento mediante un mapa del recorrido por parte de Eliseo, comenzamos a entrar en calor hasta con camperas puestas. Todos juntos, corredores de 5, 12 y 21 k. largamos haciendo primero una vuelta simbólica y divertida y luego la largada verdadera. Salieron muy rápido y nosotros quedamos en medio…. Menos de 1km. De asfalto en subida y el desvío al bosque, subida y más subida, y a correr cuesta arriba rumbo al mirador de la cascada. Yo no podía distinguir nada, el bosque estaba oscuro en un día nublado pero olía el humo de las chimeneas de las pocas casitas que había por allí, escuchaba los colibríes y se sentía ese fresco h´´umedo con aroma a pino de los bosques llovidos. Más subidas hasta un tramo de sendero más angosto, puentes de madera y con Eliseo por delante, soguita tensa, porque no podíamos ir a la par, seguimos despacio hasta los escalones, irregulares, 75 escalones que nos llevaban al mirador. Escuché la cascada y me puse contenta porque pensé que allí comenzaríamos a bajar. En los escalones Eliseo me indicaba y yo le copiaba los movimientos para no tener que ir tan despacio, los demás corredores nos dieron paso. Y por fin la altura máxima y comenzamos a bajar…. Aunque vendrían más subidas. Bajando por los caminos boscosos sentí los copitos de una nevizca que comenzó a caer, se pegaban en la cara y se quedaban allí hasta caerse, y disfruté ese camino con los 4 sentidos. Eliseo me cantaba los obstáculos y me decía cuando estaba limpio para darle velocidad y así recorrimos el tramo de varios km. De bosque hasta llegar al asfalto otra vez y encarar hacia la largada por donde debíamos pasar y seguir bordeando el lago a enfrentar el recorrido que faltaba. . Iban 9 k. cuando pasamos por el arco y nos saludaron y aplaudieron, Néstor sacaba fotos y las nenas alentaban, y pasamos a full y seguimos por el asfalto hasta su fin, en dirección a otro mirador. Venían más subidas. El viento del lago helado nos golpeaba la cara y la llovizna se nos metía en la ropa. Nos faltaban 12 km. Bordeando el lago, camino de ripio, y subidas muy fuertes. Yo quería acelerar pero no me daba el aleteo…. Jaja… algunas pocas bajadas. Y llegamos al retome, agarramos naranja, tomamos agua y vuelta…. Quedaban algunas subidas, esas que habían sido bajadas aliviadoras en la ida, pero sólo faltaban 6 de los 21. Y allá, a unos 400 mts, iban las corredoras primera y segunda, en plena lucha por pasarse mutuamente. Y Eliseo me dijo, “están a 400 mts., si querés, puede ser tuya la carrera….” Y a mi me parecía difícil, alcanzarlas iba a ser complicado. Y aprovechamos las bajadas, y ellas también, y en las subidas, pusimos en práctica lo que habíamos entrenado en el Piltri, y alcanzamos a la segunda. Y allá estaba la primera, el cansancio se sentía, y corríamos fuerte pero no la podíamos alcanzar, ella no quería que la pasemos y así fuimos, un paso atrás sin poder ponernos al lado, subida fuerte, la última subida fuerte, las piernas doliendo y la respiración a full, ella aflojó, y yo seguía subiendo, lo habíamos entrenado, podía hacer ese esfuerzo, y Eliseo se lo merecía, y la pasamos, llegó la bajada y corrimos como locos cuesta abajo, asfalto y el último km. Eliseo me dijo:”quemá todo!” y dentro del cansancio corrí lo más fuerte que pude, y llegamos!!!!!! PRIMERA MUJER!!!! Y el abrazo más emotivo y emocionante de todas las carreras que corrí, con ese guía que puso el alma entera, con ese esfuerzo, ese entrenamiento constante, esa superación y ese logro. No habíamos ido a Traful a ganar, sólo a correr 21 k. como previa a un gran objetivo que es la Media Maratón de Rosario. Yo quería hacer los 12 k en Traful y Eliseo me convenció de hacer los 21 y me dijo que ÉL ME TIENE FE, y eso, ESO ES FUNDAMENTAL. Él, Nestor y las nenas me tenían tanta fe…. Yo dudaba de mi misma, entonces pensé en correr con el fin de terminarla, de participar…. Y JAMÁS imaginé ganar esa carrera. Pero así fue. Teníamos almuerzo, nos cambiamos y más tarde llegó la entrega de premios. El podio al frente en un lindo salón y sillas para todos los concurrentes. Hubo un sorteo, donde no ganamos nada, pero un corredor de Traful, Marcos, decidió donarnos el premio que se ganó, alfajores y un cuellito, y nos hicieron pasar, y hubo un aplauso ensordecedor de parte de todos al pasar Eliseo y yo con mi bastón. Mi corazón latía más fuerte que en las subidas. Y luego la premiación. Y subí al podio como ganadora en damas de mi categoría entre 40 y 49 años en 21 k. y otra vez subí por ser primera en las generales de damas. 1h. 48min. Para correr por los senderos boscosos entre otoñales e invernales donde se mezclaban las hojas amarillas en el suelo y los copitos de la nevizca, bordeando el lago que sacudíasus aguas con el viento, subiéndolos escalones, corriendo cuesta arriba con esfuerzo y acelerando en las bajadas…..y el corazón pleno pleno y pleno. Y en ese día que nos recibió con nieve, con grandes copos cayendo, el calor humano pudo mucho más. El calor de mi familia, de un guía fantástico, de los demás corredores, de los organizadores. De sentir, desde lo más profundo, totalmente convencida, que NO HAY LÍMITES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario